El Colegio de Profesionales del Trabajo Social de Puerto Rico, antes conocido como Colegio de Trabajadores Sociales, fue creado por virtud de la Ley 171 del 11 de mayo de 1940. El propósito de la ley fue colegiar a los y las profesionales del Trabajo Social de Puerto Rico a fin de proteger a sus miembros en el ejercicio de la profesión también, para crear una Junta Examinadora de Trabajadores Sociales y regular la práctica del Trabajo Social. La Dra. Carmen Rivera de Alvarado fue la presidenta fundadora del colegio.
La primera década del CPTSPR se distinguió por los esfuerzos para desarrollar los procedimientos reguladores de la profesión, los procedimientos administrativos de rigor, los manuales, el Código de Ética, el Reglamento, las políticas institucionales y establecer su estructura organizativa. Además, se obtuvo la Sede del Colegio en el pueblo de San Juan. Por otra parte, se formalizó la constitución de las Comisiones Permanentes y Capítulos.
Luego de tantos años de su establecimiento, el Colegio continúa siendo una organización sin fines de lucro, que representa los intereses de la clase profesional para la consecución de valores y pilares filosóficos, tales como: el respeto a la dignidad de los seres humanos, la equidad, la libertad y justicia social. También, se encarga de velar por el desempeño profesional guiado por los más altos valores y estándares éticos para el bienestar de la sociedad. El Colegio, a través de los años ha dirigido sus esfuerzos a: 1) colaborar con las agencias que se dedican a la intervención de problemas sociales; 2) concienciar a las personas, organizaciones públicas, privadas, sin fines de lucro y a las autoridades pertinentes, sobre los problemas que afectan la sociedad; 3) propiciar la participación de éstos en la solución de los mismos; 4) promover la valoración y respeto al trabajador y trabajadora social como profesional de la conducta humana, con los conocimientos, destrezas y el peritaje necesarios para contribuir en el análisis e intervención profesional de los problemas sociales; 5) fortalecer la autoimagen profesional; 6) promover los valores de la profesión; 7) delimitar los objetivos y funciones de la profesión, y colaborar con la revisión de los requisitos (teóricos, institucionales y prácticas) para el ejercicio profesional; 8) crear y revisar el Código de Ética para actualizar las normas de comportamiento profesional; 9) ampliar los ofrecimientos de actividades de capacitación y desarrollo profesional; y 10) establecer alianzas y relaciones de colaboración con los sujetos sociales con los cuales trabajamos, así como con otros grupos profesionales y movimientos sociales afines a nuestros valores y principios.
A nivel internacional, el Colegio ha participado en Congresos y actividades internacionales para establecer relaciones de trabajo y capacitación en asuntos medulares de la profesión y los movimientos internacionales relacionados al desarrollo de la profesión. Estas relaciones profesionales han sido establecidas con organizaciones profesionales de Trabajo Social de Estados Unidos, Latinoamérica y el Caribe. Desde el 1997 hasta el 2011, el Colegio fue parte de la Coordinadora Regional de Organizaciones Profesionales de Trabajo Social para México, Centroamérica, Panamá y el Caribe, presidiendo la misma por dos años a finales de la década del 90. En el 2012, nuestro Colegio fue aceptado como miembro de la Federación Internacional de Trabajo Social (FITS), con asociación independiente integrada a la Región de América Latina y el Caribe. Además, somos una de las organizaciones cofundadoras del Comité Latinoamericano y Caribeño de Organizaciones Profesionales de Trabajo Social /Servicio Social (COLACATS), en la cual actualmente ocupamos su secretaría.
El Colegio, junto al colectivo profesional, ha enfrentado luchas para proteger y mejorar los espacios de trabajo y los mejores intereses de la ciudadanía. Entre las luchas laborales y defensas de la profesión se encuentran: el plan de clasificación y retribución de ASSMCA (antiguo DESCA-Salud); la defensa permanente de los espacios de Trabajo Social Escolar ante amenazas de privatizar servicios o eliminar los mismos al igual que la reducción o ampliación de funciones de Trabajo Social y otras no concernientes a al quehacer profesional; contra la reducción de plazas de trabajo en el aparato gubernamental; combatividad en la defensa para que las plazas de Trabajo Social lleven el título de nuestra clase profesional y defensa de los puestos y funciones de Trabajo Social en diversas agencias y entidades.
El logo del CPTSPR tiene dos colores principales en dos tonalidades: el violeta tiene un significado de templanza, madurez o experiencia y transmite reflexión; el color amarillo es un color brillante, el mismo se asocia con la inteligencia o intelectualidad. La imagen principal se compone de tres ilustraciones simbolizando a personas.
Estas tres personas están ilustradas de diferentes colores y entrelazadas, haciendo notar la diversidad humana y la unidad. Esta imagen simboliza la unidad de un pueblo no importa su raza, color, género, estado civil, edad, origen étnico, ocupación, nacionalidad, necesidades especiales, ideologías/prácticas religiosas, ideología política, condición de salud física y mental, condición social, afiliación sindical, orientación sexual, tipos de familia y circunstancias.
Vemos en la imagen principal, en el fondo de las tres personas ilustradas, un cerco color amarillo con un resplandor en el centro de este que representa un sol, al que le adjudicamos la justicia ya que alumbra a todos y todas por igual, sin importar quiénes somos. La fecha debajo de la imagen principal indica el año de establecimiento del CPTSPR.
La profesión de Trabajo Social tiene un fuerte arraigo con las comunidades y los movimientos sociales que buscan una vida digna y el cumplimiento de sus derechos humanos. El Colegio, como organización que representa la profesión, realiza constantemente el ejercicio de unirse a diversas luchas, siempre partiendo de la aplicación de los principios profesionales del Trabajo Social.
A lo largo de los años, el Colegio ha dedicado esfuerzos para influir en asuntos sociales, comunitarios y de política pública. Desde el Colegio se promueven los derechos humanos de las poblaciones vulneradas y oprimidas socialmente. Nos insertamos en los reclamos por: vivienda digna, educación pública y accesible, los derechos de la niñez, las personas adultas mayores y las personas con diversidad funcional. Apoyamos las luchas que buscan justicia para las mujeres, la equidad y el reconocimiento de los derechos humanos para la población sexo-género diversa y servicios de calidad y accesibles de parte del Estado. A su vez, favorecemos, desde la perspectiva del Trabajo Social, la descriminalización de las drogas, el enfoque de reducción de daños, políticas y educación con perspectiva de género, educación sexual y reproductiva para nuestra niñez, un sistema de salud universal y la descolonización de Puerto Rico. Desde el Colegio nos oponemos a la pena de muerte, a la privatización de servicios escenciales, a las terapias de conversión y a recortes de derechos laborales.
El Colegio siempre ha estado atento para oponerse con fuerza a cualquier intento de la Legislatura que amenace o atente contra la existencia de plazas de Trabajo Social o alguna política social que afecte adversamente a las personas que reciben servicios de Trabajo Social. En un rol fiscalizador y asesor, el Colegio, a través de su estructura interna, ha ofrecido análisis y recomendaciones a las plataformas de los partidos políticos en periodos electorales en la atención de programas sociales y asuntos de interés general para la ciudadanía.
Finalmente, nuestro compromiso colectivo está enmarcado en la consolidación de un Proyecto Ético-Político Profesional, fundamentado en la defensa, ampliación y exigibilidad de los derechos humanos, la concretización de políticas sociales que promuevan la justicia y la equidad, y la lucha por el mejoramiento de nuestras condiciones de trabajo. En consecuencia, abogamos por la consecución de una nueva ley para la profesión del Trabajo Social que responda a la realidad y los retos de nuestros tiempos.
La profesión de Trabajo Social tiene un fuerte arraigo con las comunidades y los movimientos sociales que buscan una vida digna y el cumplimiento de sus derechos humanos. El Colegio, como organización que representa la profesión, realiza constantemente el ejercicio de unirse a diversas luchas, siempre partiendo de la aplicación de los principios profesionales del Trabajo Social.
A lo largo de los años, el Colegio ha dedicado esfuerzos para influir en asuntos sociales, comunitarios y de política pública. Desde el Colegio se promueven los derechos humanos de las poblaciones vulneradas y oprimidas socialmente. Nos insertamos en los reclamos por: vivienda digna, educación pública y accesible, los derechos de la niñez, las personas adultas mayores y las personas con diversidad funcional. Apoyamos las luchas que buscan justicia para las mujeres, la equidad y el reconocimiento de los derechos humanos para la población sexo-género diversa y servicios de calidad y accesibles de parte del Estado. A su vez, favorecemos, desde la perspectiva del Trabajo Social, la descriminalización de las drogas, el enfoque de reducción de daños, políticas y educación con perspectiva de género, educación sexual y reproductiva para nuestra niñez, un sistema de salud universal y la descolonización de Puerto Rico. Desde el Colegio nos oponemos a la pena de muerte, a la privatización de servicios escenciales, a las terapias de conversión y a recortes de derechos laborales.
El Colegio siempre ha estado atento para oponerse con fuerza a cualquier intento de la Legislatura que amenace o atente contra la existencia de plazas de Trabajo Social o alguna política social que afecte adversamente a las personas que reciben servicios de Trabajo Social. En un rol fiscalizador y asesor, el Colegio, a través de su estructura interna, ha ofrecido análisis y recomendaciones a las plataformas de los partidos políticos en periodos electorales en la atención de programas sociales y asuntos de interés general para la ciudadanía.
Finalmente, nuestro compromiso colectivo está enmarcado en la consolidación de un Proyecto Ético-Político Profesional, fundamentado en la defensa, ampliación y exigibilidad de los derechos humanos, la concretización de políticas sociales que promuevan la justicia y la equidad, y la lucha por el mejoramiento de nuestras condiciones de trabajo. En consecuencia, abogamos por la consecución de una nueva ley para la profesión del Trabajo Social que responda a la realidad y los retos de nuestros tiempos.
El Vitral que se ubica en la Sede del Colegio fue obsequiado y diseñado por el destacado artista puertorriqueño Augusto Marín y realizó el montaje su discípulo en ese momento, Luís Felipe Gómez en 1977. Luego de más de dos décadas tapiado, al haber sido vandalizado, en el 2006 el Vitral fue restaurado. El tema de este vitral está inspirado en la universalidad del ser humano, en su aspiración a la libertad y en su capacidad creativa que abarca los dos mundos (occidente y oriente) de nuestro globo terráqueo como están representados en los paneles laterales.
Sus manos extendidas al cielo como símbolo de sus aspiraciones y sus pies separados, pero firmes sobre la tierra. Las direcciones generales del vitral sugieren el movimiento del ser humano para ascender simbolizando la acción de su superación. En este vitral, veremos representados los valores y filosofías de nuestra profesión, entre ellos: el valor intrínseco de todo ser humano al disfrute de su bienestar físico, social, intelectual emocional y espiritual, el valor de la justicia social, la equidad, la libertad, la defensa de los derechos humanos y sociales, el respeto a la dignidad humana y la transformación de las personas y las sociedades. Nos lleva a reflexionar el sentido de nuestra profesión y lo qué implica ejercerla con un alto grado de compromiso, valentía y solidaridad.